Emilio, un antiguo ejecutivo bancario, su familia decide internarlo en una residencia de ancianos tras sufrir una nueva crisis de Alzheimer. Allí, aprende a convivir con sus nuevos compañeros –cada uno con un cuadro “clínico” y un carácter bien distinto– y los cuidadores que los atienden. Emilio se sumerge en una rutina diaria meticulosamente programada, con horarios preestablecidos para tomar medicamentos, descansar, comer, hacer ejercicio y volver a la cama. En su lucha contra la enfermedad y para preservar su memoria, Emilio encuentra apoyo en Miguel, su compañero de habitación. Juntos, enfrentan el desafío de mantenerse en un estado que les permita evitar ser trasladados a la última planta, donde residen aquellos con mayores impedimentos.
Paco Roca aborda en Arrugas temas delicados, hasta ahora escasamente tratados en historieta, como son el Alzheimer y la demencia senil. Y lo hace de un modo intimista y sensible, con algunos apuntes de humor pero sin caer en ningún momento en la caricatura. El aire de verosimilitud que se respira en el relato se ha visto propiciado por un cuidadoso trabajo de documentación. Paco Roca comenzó a recopilar anécdotas de los padres y familiares ancianos de sus amigos y visitó residencias de ancianos para saber cómo era la vida en ellas, un material de primera mano que le ha servido para estructurar una consistente ficción.
La adaptación cinematográfica de ‘Arrugas’, dirigida por Ignacio Ferreras, se ha alzado con los Goyas a la mejor película de animación y al mejor guión adaptado.
“Me ha sorprendido Paco Roca por su valentía y su técnica para tratar temas difíciles como la demencia senil y la vida en las residencias de ancianos. Su historia llega al corazón de los lectores de una manera inolvidable. Arrugas es una gran obra expresada por el poder que posee el arte del cómic”. Jiro Taniguchi